Las frías sombras de la noche comenzaron a alejarse del lejano horizonte, ahuyentadas por el sol que se alzaba. Catalina observó el amanecer sin mucho interés. Nunca le habían atraído esa clase de cosas, consideraba que ver un amanecer o un atardecer era tan interesante como ver crecer el pasto. Sin embargo, era lo más interesante que había pasado en toda la noche. La monotonía de los días la tenía hastiada, pero lo peor eran las noches. Siempre había deseado no tener que dormir, y ahora ese deseo se había cumplido. No sólo no necesitaba dormir, de hecho no podía hacerlo. Tampoco podía comer… o tener sexo. Estar muerta era muy aburrido. Y muy extraño.
25 may 2018
22 may 2018
Crónicas Michosas 2
Los gigantes son, ciertamente, criaturas muy extrañas. Las historias que me contaba mi madre sobre ellos eran fascinantes. Tanto su comportamiento como sus habilidades son enigmáticas. Pensé que al convivir con ellos podría resolver mis dudas a base de observarlos. Sin embargo, el convivir con ellos ha resultado ser más desconcertante que las historias más descabelladas. Siempre creí que algunas de las anécdotas eran exageradas, pero ahora creo que muchas se quedaban cortas. Después de todo ¿cómo puede cualquier felino bien educado creer que estas criaturas de verdad podían guardar luz dentro de agua sólida? ¡Absurdo!
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