Las comodidades proporcionadas por los gigantes no tienen límites. Me dan un alimento seco en forma de guijarros que sabe bien y parece nutritivo, pero no es la gran cosa. También me dan una especie de pasta húmeda, ¡una verdadera delicia! Esta pasta viene en una gran variedad de exquisitos sabores y, debo confesar, muchas veces olvido las buenas manera a la hora de comerla. Por último, siempre tengo agua. Esta ha sido mi alimentación desde que conquisté Constitución #305, mi nuevo reino. Y no sólo la comida es variada y más que aceptable, además me la presentan en platos separados. Tengo un plato para el agua, otro para la comida seca y un último para la pasta húmeda. Es un detalle muy ordenado y pulcro por su parte, debo decir.