Los gigantes son, ciertamente, criaturas muy extrañas. Las historias que me contaba mi madre sobre ellos eran fascinantes. Tanto su comportamiento como sus habilidades son enigmáticas. Pensé que al convivir con ellos podría resolver mis dudas a base de observarlos. Sin embargo, el convivir con ellos ha resultado ser más desconcertante que las historias más descabelladas. Siempre creí que algunas de las anécdotas eran exageradas, pero ahora creo que muchas se quedaban cortas. Después de todo ¿cómo puede cualquier felino bien educado creer que estas criaturas de verdad podían guardar luz dentro de agua sólida? ¡Absurdo!
Pero, al mismo tiempo, ¿cómo puede un felino bien educado e inteligente negar lo que ven sus propios ojos? Así es: la luz dentro de agua sólida es real. De hecho, su uso del agua sólida es muy amplio. Hay muros casi invisibles de este material, recipientes donde colocan alimentos y bebidas, y algunos objetos parecen meramente decorativos.
He hecho algunos experimentos, pero sigo sin averiguar cómo funciona esta extraña agua sólida. En mi último experimento averigüé unas cuantas cosas. La primera es que ésta agua es fría al tacto. La segunda es que si se deja caer desde cierta altura se rompe, pero no pierde sus propiedades de rigidez. Por último averigüé que romper estos recipientes altera mucho a los gigantes. Sin embargo, no logro decidir si los hace enojar, si se preocupan por mi seguridad, o si los pone tristes. Creo que es una combinación de todo lo anterior.
He decidido posponer mis experimentos con el agua sólida, cuando menos durante un tiempo. Pero sigo fascinada con su funcionamiento. Me puedo pasar horas viendo hacia afuera por los muros que tienen secciones de agua sólida. Produce una sensación única observar el exterior a través de lo que parece un espacio vacío pero, al mismo tiempo, saber que frente a mi hay un muro sólido que me protege del mundo y sus peligros.
Un problema que tengo con el agua (esta vez hablo del agua líquida), es que me resulta casi imposible de ver. Como todo lo que fabrican o limpian los gigantes, el agua está altamente refinada. Esto la hace libre de cualquier impureza, pero por lo mismo se vuelve transparente al punto de la invisibilidad. Me gusta beber esta agua, pero muchas veces no sé si el recipiente dónde me la sirven está lleno o vacío. Me veo obligada a moverlo con un golpe de mis regias patitas para crear ondulaciones en el líquido y poder verlo. Por desgracia, en ocasiones eso no es suficiente y termino mojando la punta de una de mis patitas para asegurarme que hay agua en el recipiente.
El pensar en todo esto me ha estresado. Creo que iré a observar el exterior un rato.
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